Es fácil ser predecible, sin entrar en guerra, es una de las taras con la que las mujeres nos suelen encasillar. Bueno, yo no estoy en desacuerdo, la cuestión a mi modo de ver es el motivo de por que pueden ser mis acciones tan adivinables.
Para empezar, cuando hacemos algo como respuesta a una situación, nuestra reacción puede ser por coherencia, por consecuencia o por simpleza. De las tres sólo la última la consideraría negativa y nos encasille, en eso, en simples, tontos o ingenuos y, afinando, tampoco es malo pecar de ingenuo alguna vez, ya hay bastante resabid@s y enterad@s.
Es habitual confundir parecer algo con serlo. Por ello, parecer simple por ser predecible, no me ofende y además quien crea que soy simple, indirectamente, me elogia ya que, al menos, la mitad de las veces no lo soy. Así pues quien sacó esa conclusión se equivoco y si pecó de ser simple en sus juicios de valor.
Con tanto jugar al despiste y aparentar o imitar modelos, tan usual hoy en día, una buena táctica es ser uno mismo y decir la verdad. Eso engaña y confunde mas que inventarse historias o contar películas. Hay tanta superficialidad actualmente que mucha gente no sabe si tiene identidad propia o utiliza una prestada.
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