Este verano ha sido bastante fructífero, cinematográficamente hablando, en los géneros de CiFi y Fantasía. Algunas películas muy esperadas y el resto, cuando menos, curiosas. El balance, entre las que yo he visto, ha sido aceptable o discreto; mas expectación y fuego de artificio, por sus efectos especiales, que por contar historias elaboradas y coherentes. Por esto mismo, en breve, podremos revisarlas en DVD & Blu-ray, marco donde resaltaran sobre las producciones hechas ex profeso para dicho medio.
De entre todas ellas, posiblemente, la que mejor llegue a los aficionados de la Ciencia Ficción, sea Super 8. La película viene envuelta con un aire retro, nos hace evocar situaciones e inquietudes de una época, que nos resulta próximo y hasta familiar. Los guiños al genero tanto a las producciones de alto presupuesto como a las de serie B de menos recursos son ramas principales en el tronco de la historia.
Lo que vemos en la pantalla son dos historias de muy diferente magnitud pero compartiendo el mismo tiempo y el mismo espacio. Por un lado tenemos una sencilla e intimista trama de unos niños con inquietudes de hacer una película, de zombies (usando una cámara de super 8), con sus limitados medios de producción, presupuesto mas que ajustado y, con una trama sentimental, complicando las cosas un poco más. Por otra parte esta el suceso, aparentemente, un accidente; que desencadena una situación de alarma nacional, en el pequeño pueblo, donde transcurren ambas historias.
Las escenas de los críos haciendo su película, están presentadas imitando sus escasos recursos de maquillaje, efectos especiales, dotes interpretativas y demás aspectos. Los planos de la otra trama hacen justo, todo lo contrario, un derroche de medios; en especial en la secuencia del accidente ferroviario. Por la narrativa y el enfoque algunos de los tópicos habituales, que están bien presentes, se podrían tomar como guiños para el público made in USA; pero aquí, siguen siendo tópicos y, le restan valía al proyecto.
A pesar de los defectos comentados, en mi opinión y para mi gusto lo son, la proyección resulta entretenida y vistosa. Llegando al desenlace, es donde mas rechina lo dicho en el párrafo anterior; pero su contrapunto, reside en la propina incrustada de los títulos de crédito, para mi el mejor y mas largo guiño de toda la película.
Todavía es posible visionar esta película en algún cine, sin tener que esperar su salida en los videoclubes. De hecho, aquí esta semana todavía la podremos ver, y en versión original, gracias a la filmoteca.
A veces, los de provincias, tenemos esa suerte :-)
Opiniones y reflexiones con una lógica un poco particular. Simplezas con sal y pimienta para que no sean tan simples. Tonterías profundas que no teorías profundas.
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martes, 27 de septiembre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
Android y los gestores de batería
Siguiendo con el sistema Android y, en especial, los movíles y tablets que lo emplean, el gasto de batería es una asignatura obligada. Los consejos básicos, tanto de los manuales como de las webs especializadas, son correctos y útiles; pero llegar a 24h de autonomía, en algunos modelos, es una misión imposible.
El problema fundamental, dando por hecho que no estemos con el GPS, son las conexiones de datos. Cada vez que el móvil hace una petición de información es como si hacemos una llamada de corta duración, el agravante cuantos mas programas y servicios tengamos instalados mayor el número de accesos. Siempre podemos ajustar al mínimo, las actualizaciones de cada uno, para limitar esto y conseguir que la batería no se agote antes del acabar la jornada.
Existen en el Android Market gran cantidad de programas gestores del uso de la batería para prolongar tanto su vida como la duración de la carga. Algunos disponen de varias versiones, empezando por la gratis, a medida que aumentan los recursos y sistemas de control, ya se cobra por su uso. Lo mas simple es desactivar recursos al móvil, WiFi, Bluetooth, sincronizaciones, ... El nivel superior es regular las trasferencias de datos con diversos parámetros; para, por un lado limitarlas, y por otro, no estar largo rato incomunicados.
Como no, yo he probado unos cuantos, tanto pasivos (simples), como activos (datos). Los elementales consiguen poca mejora, tener encendida menos la pantalla y desconectar recursos innecesarios es un ahorro como buena practica. El manejo de las conexiones si puede suponer llegar a duplicar las horas entre carga y carga de la batería. El problema que suelen plantear estos gestores activos, al menos los que yo he manejado, es que la conexión de datos suele fallar y el ahorro se convierte en incomunicación.
Después de numerosas pruebas, con un uso transparente y sencillo, he dado con un gestor de batería que regula las conexiones de datos y no se queda colgado después. El funcionamiento es algo, que de serie, debería incorporar Android, sincronizar todas las conexiones y no estar todo el tiempo a expensas de los diversos programas. El Green Power lo hace estableciendo periodos de conexión y de desconexión, estos últimos se pueden ajustar a partir de 5 minutos, lógicamente a mas tiempo desconectado mayor ahorro. También incorpora ajustes para evitar transferencias activas, cuyos valores, por defecto, son bastante efectivos.
La versión gratis es totalmente operativa y probandola se verá su eficacia. Por su parte, la de pago ofrece unas opciones extras, en especial, una para las horas nocturnas, similar al de día, pero con tiempos de no datos mas prolongados, que resulta bastante efectiva.
Probar la versión free no cuesta nada y se puede ver si los resultados son satisfactorios.
Mis resultados son contundentes, con el mismo uso de móvil y la versión gratis consigo acabar el día sin cargar la batería. Con la de pago puedo hacerlo el día siguiente :-)
También he probado el Green Power en la tablet (Samsung Galaxy WiFi), ahora no tengo que dejarla en modo avión, para que la batería me dure varios días. Y al abrirla, además, encuentro los correos y redes sociales al día.
Nota: No tengo comisión, ni relación alguna con el programa, ni con el autor, ni nadie a este respecto. Es solo mi opinión y experiencia de usuario de Android.
El problema fundamental, dando por hecho que no estemos con el GPS, son las conexiones de datos. Cada vez que el móvil hace una petición de información es como si hacemos una llamada de corta duración, el agravante cuantos mas programas y servicios tengamos instalados mayor el número de accesos. Siempre podemos ajustar al mínimo, las actualizaciones de cada uno, para limitar esto y conseguir que la batería no se agote antes del acabar la jornada.
Existen en el Android Market gran cantidad de programas gestores del uso de la batería para prolongar tanto su vida como la duración de la carga. Algunos disponen de varias versiones, empezando por la gratis, a medida que aumentan los recursos y sistemas de control, ya se cobra por su uso. Lo mas simple es desactivar recursos al móvil, WiFi, Bluetooth, sincronizaciones, ... El nivel superior es regular las trasferencias de datos con diversos parámetros; para, por un lado limitarlas, y por otro, no estar largo rato incomunicados.
Como no, yo he probado unos cuantos, tanto pasivos (simples), como activos (datos). Los elementales consiguen poca mejora, tener encendida menos la pantalla y desconectar recursos innecesarios es un ahorro como buena practica. El manejo de las conexiones si puede suponer llegar a duplicar las horas entre carga y carga de la batería. El problema que suelen plantear estos gestores activos, al menos los que yo he manejado, es que la conexión de datos suele fallar y el ahorro se convierte en incomunicación.
Después de numerosas pruebas, con un uso transparente y sencillo, he dado con un gestor de batería que regula las conexiones de datos y no se queda colgado después. El funcionamiento es algo, que de serie, debería incorporar Android, sincronizar todas las conexiones y no estar todo el tiempo a expensas de los diversos programas. El Green Power lo hace estableciendo periodos de conexión y de desconexión, estos últimos se pueden ajustar a partir de 5 minutos, lógicamente a mas tiempo desconectado mayor ahorro. También incorpora ajustes para evitar transferencias activas, cuyos valores, por defecto, son bastante efectivos.
La versión gratis es totalmente operativa y probandola se verá su eficacia. Por su parte, la de pago ofrece unas opciones extras, en especial, una para las horas nocturnas, similar al de día, pero con tiempos de no datos mas prolongados, que resulta bastante efectiva.
Probar la versión free no cuesta nada y se puede ver si los resultados son satisfactorios.
Mis resultados son contundentes, con el mismo uso de móvil y la versión gratis consigo acabar el día sin cargar la batería. Con la de pago puedo hacerlo el día siguiente :-)
También he probado el Green Power en la tablet (Samsung Galaxy WiFi), ahora no tengo que dejarla en modo avión, para que la batería me dure varios días. Y al abrirla, además, encuentro los correos y redes sociales al día.
Nota: No tengo comisión, ni relación alguna con el programa, ni con el autor, ni nadie a este respecto. Es solo mi opinión y experiencia de usuario de Android.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Android y los Launchers
En el Market de Android hay bastantes alternativas de lanzadores que pueden satisfacer, tanto por estilo como en manejo, a cualquiera. Yo he probado la gran mayoría de estas aplicaciones y, después de mucho trastear con ellas, he llegado a unas conclusiones, que no se suelen comentar, en la descripción y uso de los launchers:
- A mas prestaciones también mayor uso de RAM, de procesador y gasto de batería. Los Widgets, fondos animados y otros complementos que incorporen; pueden llegar a tener el móvil mas ocupado de lo debido ralentizando su uso.
- No todos los smartphones/tablets Android funcionan igual, ni son suficientemente potentes, con lo que se agrava lo dicho en el punto anterior. Además, alguno de los programas que tengamos instalados, pueden ser los que no le gusten al launcher.
- La consecuencia final es que pueden provocar inestabilidad, bloqueos e incluso apagados esporádicos en los aparatos. Después de muchas pruebas, esta tercera conclusión ha quedado patente en mi Galaxy S, incluso, con la última actualización del firmware 2.3.5.
Con esto no digo que los launchers funcionen mal o causen problemas genéricamente. La diversidad de marcas, modelos y sus diversas versiones del software Android crea un abanico muy amplio. Lo ideal es probar cada lanzador durante varios periodos de carga y comparar, con el escritorio original, lo dicho en los 3 puntos.
Si se da sólo lo expuesto en el 1, sin mucha incidencia, no hay mayor problema. En cuanto se llega al nivel 2, la cosa ya es para sopesar; si merece la pena el cambio de imagen y las prestaciones que aporte el launcher. Pero padeciendo lo comentado en el punto3, queda claro que, por bonito y funcional que nos parezca el nuevo look de nuestro móvil/tablet, al final nos fallará cuando menos lo deseemos.
Un dato curioso, lanzadores aparentemente ligeros y sólidos, causan inestabilidad al Android. Otro detalle a tener en cuenta, es si los launchers se actualizan con regularidad, al probar la nueva versión pueden quedar subsanados los fallos y podemos darles otra oportunidad. Actualmente yo tengo instalado varios y, de todos ellos, el que mejor va es el original, de la versión del firmware de mi smartphone, tanto en estabilidad como en duración de la batería.
Por todo lo dicho, la conclusión final, es probar el launcher alternativo que nos guste. Y si no va fino, volver al original, a la espera de una actualización, del que queremos, que ya no nos falle.
viernes, 23 de septiembre de 2011
El 3D en el cine y en casa
Llevamos una temporada de estrenos masivos 3D en los cines, una estrategia para aumentar la recaudación tanto por las productoras como por las salas de exhibición. La moda, en algunos géneros cinematográficos plagados de efectos especiales, realmente le da relieve al mismo, consiguiendo que historias planas de guión tengan algo mas de presencia. Al final son fuegos de artificio, eso sí, que virtualmente salen de la pantalla .
Como en todo, el uso apropiado de los recursos con buen oficio, y una historia con un guión elaborado, consiguen ser la excepción de mi párrafo anterior. En el apartado técnico, habiendo dinero, el éxito esta prácticamente asegurado; hoy en día se puede simular y hacer creíble lo que sea. La piedra del camino con la que suelen tropezar las producciones y superproducciones, sigue siendo el argumento y la forma de contarlo; Tanto dinero por medio para oír diálogos de comic en historias mecanizadas como hamburguesas.
Haciendo referencia a la proyección de películas 3D, las salas no suelen compensar (hablo de las que yo he presenciado) la perdida de luminosidad por el uso de las gafas polarizadas; las películas se ven mas oscuras en las escenas nocturnas o sombrías y escasas de brillo en el resto. Por otra parte, están los cines, que alquilan unas gafas mastodonticas e incomodas y hace pensarse el pago suplementario e, incluso, el hasta el visionado de la película.
Ahora le toca a la televisión incorporar esta prestación y ya hay marcas y modelos que lo presentan. En especial están estas dos, cada una con un sistema diferente para intentar obtener el mismo resultado del 3D:
La primera, Samsung, emplea el sistema denominado activo y precisa de unas gafas especiales y mucho mas caras que las simplemente polarizadas. El efecto conseguido esta logrado y el sobre precio de los modelos es su mayor inconveniente.
Por su parte, LG utiliza el sistema pasivo mas afín al de los cines y mas económico que activo tanto en los modelos de TV como en las gafas.
En el aspecto técnico, básicamente, el sistema activo conmuta alternativamente la visión de cada ojo para lograr el efecto de profundidad, de ahí el encarecimiento y especialización de las gafas necesarias. El pasivo utiliza los propios cuadros de la imagen del televisor polarizandolos y superponiéndolos, similar al proceso de los cines, las gafas, por lo tanto, también son las mismas.
Mi apreciación personal, mientras no esté logrado técnicamente y asequible de precio un sistema 3D sin gafas de ninguna clase, se decanta por el aporte de LG; la ligereza y comodidad de las gafas hace que sean menos molestas, además estos televisores si compensan el brillo, ganando el visionado en viveza. El efecto de paso 2D a 3D de una emisión normal provoca la sensación de ver la televisión como a través de una ventana con fondo, donde se puede regular la profundidad y ángulo siendo una nueva forma de ver, en mi caso, las películas. Por su parte, en los documentales, los paisajes y la fauna son su máximo exponente y el realce del 3D es palpable. Uno de los puntos negativos que achacaban al sistema pasivo era la perdida o limitación de la definición por el empleo de un cuadro por por ojo, bueno yo no he contado las lineas y no he notado perdida de calidad entre el 2-3D y el resultado de la experiencia me ha resultado satisfactoria. Por supuesto, tampoco es para estar todo el día con las gafas puestas, en el sistema tradicional también se ve estupendamente la TV.
Como en todo, el uso apropiado de los recursos con buen oficio, y una historia con un guión elaborado, consiguen ser la excepción de mi párrafo anterior. En el apartado técnico, habiendo dinero, el éxito esta prácticamente asegurado; hoy en día se puede simular y hacer creíble lo que sea. La piedra del camino con la que suelen tropezar las producciones y superproducciones, sigue siendo el argumento y la forma de contarlo; Tanto dinero por medio para oír diálogos de comic en historias mecanizadas como hamburguesas.
Haciendo referencia a la proyección de películas 3D, las salas no suelen compensar (hablo de las que yo he presenciado) la perdida de luminosidad por el uso de las gafas polarizadas; las películas se ven mas oscuras en las escenas nocturnas o sombrías y escasas de brillo en el resto. Por otra parte, están los cines, que alquilan unas gafas mastodonticas e incomodas y hace pensarse el pago suplementario e, incluso, el hasta el visionado de la película.
Ahora le toca a la televisión incorporar esta prestación y ya hay marcas y modelos que lo presentan. En especial están estas dos, cada una con un sistema diferente para intentar obtener el mismo resultado del 3D:
La primera, Samsung, emplea el sistema denominado activo y precisa de unas gafas especiales y mucho mas caras que las simplemente polarizadas. El efecto conseguido esta logrado y el sobre precio de los modelos es su mayor inconveniente.
Por su parte, LG utiliza el sistema pasivo mas afín al de los cines y mas económico que activo tanto en los modelos de TV como en las gafas.
En el aspecto técnico, básicamente, el sistema activo conmuta alternativamente la visión de cada ojo para lograr el efecto de profundidad, de ahí el encarecimiento y especialización de las gafas necesarias. El pasivo utiliza los propios cuadros de la imagen del televisor polarizandolos y superponiéndolos, similar al proceso de los cines, las gafas, por lo tanto, también son las mismas.
Mi apreciación personal, mientras no esté logrado técnicamente y asequible de precio un sistema 3D sin gafas de ninguna clase, se decanta por el aporte de LG; la ligereza y comodidad de las gafas hace que sean menos molestas, además estos televisores si compensan el brillo, ganando el visionado en viveza. El efecto de paso 2D a 3D de una emisión normal provoca la sensación de ver la televisión como a través de una ventana con fondo, donde se puede regular la profundidad y ángulo siendo una nueva forma de ver, en mi caso, las películas. Por su parte, en los documentales, los paisajes y la fauna son su máximo exponente y el realce del 3D es palpable. Uno de los puntos negativos que achacaban al sistema pasivo era la perdida o limitación de la definición por el empleo de un cuadro por por ojo, bueno yo no he contado las lineas y no he notado perdida de calidad entre el 2-3D y el resultado de la experiencia me ha resultado satisfactoria. Por supuesto, tampoco es para estar todo el día con las gafas puestas, en el sistema tradicional también se ve estupendamente la TV.
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