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sábado, 9 de octubre de 2010

Casi un Déjà vu

Ahora con el TDT los fines de semana se puede ir saltando de película en película a través de los diversos canales. Hay de todo pero se puede hacer una sesión continua aceptable y algunas veces mas que decentemente.


Hoy en un de esos canales ponían una que hacía mucho tiempo no revisaba y me dejo buen recuerdo. Me refiero a Sospechoso (1987), recordaba la trama y el desenlace pero la puesta en escena y el desarrollo de la trama me mantuvo distraído. No obstante, había una escena que me venia a la cabeza pero no la encajaba con la historia que estaba viendo.


A continuación, en otra cadena, pasan Falso testigo (1987) y, al poco de comenzar, veo la escena que me estaba recordando el otro filme. Son curiosos los caminos que usa el subconsciente para mostrarnos las cosas. Que una película te recuerde una escena, que corresponde a otra, no tiene nada de particular. Siendo ambas del mismo género cinematográfico y estrenadas en la misma temporada, aumenta este tipo de confusiones.


El hecho que veintitantos años después, la proximidad sea sólo de horas y en cadenas de televisión que no tienen nada que ver entre si, es una circunstancia como mínimo improbable. Este tipo de situaciones y casualidades temporales estimula la imaginación y, a pesar, de nuestra insignificancia en el marco del Universo que nos envuelve, nos da (a mi por lo menos) un suspiro de frescura.

domingo, 3 de octubre de 2010

Los que hacen huelga de la huelga

Para los trabajadores una Huelga General es la herramienta mas poderosa, y a la vez mas peligrosa, para hacer frente a las presiones empresariales y defender los derechos sociales adquiridos. Este 29 de septiembre hemos podido ver, el talante que tenemos los españoles, y la respuesta desigual que hemos aportado, a la convocatoria de la huelga.


A mi modo de ver fue una pataleta sindical, motivada por su perdida de fuerza negociadora y de su credibilidad ante la sociedad laboral. La manera en que se engendró la propuesta de huelga, la información, los motivos de la misma, la divulgación, los medios empleados y la fecha escogida, me parecieron una pantomima con mas maquillaje social que realidad.


Una conspiración donde todos hemos tenido algún papel que no nos ha quedado mas remedio que interpretar:

  • El gobierno actual esta en una situación de popularidad por debajo de sus contrincantes los populares, necesita mantener los apoyos y la credibilidad que le resta, para no verse obligados a quemar las naves y hacer elecciones anticipadas.
  • Los sindicatos están en una situación parecida por su dependencia de los fondos públicos y la politización de sus estructura, cambiando la clase por los resultados electorales. El respeto y la fuerza, que tuvieron en la época de la transición, queda lejana y las sucesivas reformas laborales agravan mas su situación.
  • La oposición actuando en la sombra y a la sombra del partido en el poder esperando su caída mas por fallos y errores propios que por su propia labor opositora. En su postura acechante y silenciosa respecto a las reformas laborales, se han olvidado que muchos de sus simpatizantes y afiliados son obreros y trabajadores, afectados por las mismas leyes restrictivas que los demás.
  • Los ciudadanos, beneficiarios de los logros sociales de antaño y victimas de los recortes sucesivos de las mismas. Generan la riqueza de un país, cuando las cosas van bien, participando indirectamente de los beneficios y, cuando hay crisis, si son las victimas directas de la misma.
  • Los que manejan los hilos, sin palabras...

Con este planteamiento y estos participantes las jugada estaba echada y el resultado fue el previsto. Al poder semi absoluto de la economía solo se le puede hacer frente una masiva respuesta social. Por lo tanto, esta claro que dividir a los ciudadanos ante una Huelga General, es el objetivo principal para poder seguir controlandolo todo:

  • Para los sindicatos fue un éxito y se sintieron refrendados por la ciudadanía a pesar de haber habido un seguimiento, como mucho, discreto. La estadística parece una ciencia oculta, según como se utilice, ofrece el resultado solicitado.
  • Para el gobierno, esta huelga light mantiene su estatus y hasta lo refuerza por haber soportado el envite sin despeinarse ni perder los nervios. 
  • La oposición sigue con su política y considera perdedores a los dos anteriores. A unos, por su mala gestión, que ha generado un voto de censura en forma de huelga, y a los sindicatos por la escasa respuesta social.
  • Para los esquiroles un día mas de trabajo como si con ellos no fuera la cosa.
  • Para los huelguistas, otra batalla perdida de antemano pero de obligado cumplimiento.
Ciertamente todos tienen y todos tenemos razón. Juntando todas las conclusiones se verá mejor el panorama:

  1. El gobierno y los sindicatos se darán la mano, de hecho ya lo han hecho, mas para sujetarse mutuamente y mantener su deslucido estatus que para negociar mejoras sociales. Actualmente, las centrales sindicales juegan mas a políticos y vendedores de imagen que a cumplir su cometido social.
  2. La oposición seguirá en la sombra, esperando otra ocasión, mientras critica las debilidades ajenas sin remediar las propias. Que fácilmente habrían podido adelantar las elecciones, si se hubieran postulado a favor de la huelga, como castigo al gobierno. Pero sus principios económicos y empresariales, no se lo podían permitir, por encima de los morales y del bien común.
  3. Los trabajadores que hicieron huelga a la huelga, no perdieron el día pero si la oportunidad de cambiar las cosas y dar un toque de atención. Muchos de ellos han estado criticando al gobierno y menospreciando la labor sindical, y ahora que tenían la ocasión la han dejado pasar como si con ellos no fuera la cosa.
  4. Los trabajadores huelguistas si perdimos el día pero, al menos, el talante reivindicativo sigue vivo en nosotros y, a lo mejor por escaso, en esta sociedad acomodaticia, mas valioso.

La moraleja es que, una inmensa mayoría que quería un cambo de gobierno, tuvo la ocasión y los medios. No obstante, por diversos motivos eligieron dejar las cosas como estaban. Si, en vez de una Huelga General, hubieran hecho una encuesta masiva, el resultado habría sido otro. Pero, para coger mejillones, hay que mojarse los cojones.