
Ambos, a base de repetir hasta saciar con sus gags, y empachar la pantalla de sus miradas y gestos característicos.
En la industria de cine americana se puede pasar de estrella a marginado rápidamente. Los actores cómicos suelen ser tratados como monos de feria, acabando como caricaturas de si mismos, para conseguir un papel y poder seguir comiendo.
Afortunadamente, en esta comedia, ambos actúan y son graciosos sin perder los papeles. Las tablas se notan y solo necesitaban una oportunidad para demostrar que su registro como actores daba la talla y con nota. Los secundarios tampoco desmerecen, aunque en el doblaje alguno raspa mas de la cuenta. El villano con cara de buena gente que es Alan Alda esta a la altura y refuerza historia.
Por su parte, el guión, tiene el ritmo coherente y vivo de las comedias de acción. No es un prodigio, tampoco tiene que serlo, consigue entretener y mantener la tensión hasta el desenlace, lo principal en este tipo de filmes. Jugando bien las cartas de las situaciones presentadas, eso sí, con algunas pequeñas libertades que aumentan, sobre todo al final, el suspense. Los diálogos son aceptables (no repetiré lo del doblaje ) cumpliendo y sin abusar de los chistes burdos.
Para mi, el remate de las últimas imágenes justo antes de los títulos de crédito, es donde flaquea esta entretenida película. Ahí si la vi un poco verde, me parecía que le faltaba un cuarto de vuelta mas, y me quedé hasta que se acabó hasta la última línea, por si había algún inserto, pero no tuve esa suerte... Así todo, salí de la sala, con el buen sabor de boca de haber visto una comedia bastante entretenida y hasta divertida.
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