Yo digo que ni la botella ni la etiqueta hacen un buen vino. En este caso ni el protagonista ni la historia me alegran el paladar.
Empecé a ver esta película con interés y sin prejuicios ni espectativas, como si de la cata de un vino se tratara, y sin llegar a defraudarme por completo me dejo bastante desganado.
Si bien la ambientación, y el color o la falta del mismo, en la fotografía, le ayudan a crear atmósfera a la historia; algunos planos largos, barridos lentos y una música machacona, hacen que el ritmo tenga casi paradas cardíacas innecesarias.
Pero para mi lo peor es la historia en si, y mas que por ella misma, por el enfoque que le dan. No la voy a contar para que cada uno, que vea la película, saque su propia conclusión.
Las situaciones y los personajes de este film te recuerdan diversas películas tanto futuristas como westerns, y lo peor es, que a ninguno de ellos supera. Puede que mi ateísmo no comulgue con el mensaje de la historia, pero al menos soy coherente con mis creencias o no creencias.
Mi conclusión es sencilla: Si vas a hacer una ensalada con buenos ingredientes y el aliño te sale mal, cambia el aliño o dedícate a otra cosa.
No voy a entrar en mas detalle en “El libro de Eli”: La búsqueda de la esperanza con semejante título sobran mas palabras :-)
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