Sacar tiempo al tiempo de ocio

En el tiempo que dedicamos al ocio muchas veces acabamos estresados al tenerlo cargado de actividades y no dar a basto. Esto ya es el colmo de la insensatez, agobiarnos en nuestro tiempo libre y hasta llegar a programarlo con la precisión de una cadena de montaje robotizada.

Yo soy partidario de no hacer nada en mis ratos de asueto que acabar agobiado por no haber hecho tal o cual cosa. La diversión esta en pasarlo bien o, al menos, no pasarlo mal y ese ha de ser el objetivo de nuestro tiempo y en el caso del dedicado al ocio en sobremanera.

Hay formas de ganar tiempo en nuestro tiempo libre haciendo las cosas previstas y a la vez de manera amena. Lo mejor es explicarlo con ejemplos y practicarlo cuando se presente la ocasión:

• Hay libros que no enganchan, se leen más por el hábito de leer o ver el desenlace de la trama y cuesta digerirlos. Estos casos son ideales para practicar la lectura rápida y tanto más cuanto mas tostón sea el libro. En pocas horas me he quitado el sufrimiento de días o semanas de lectura de historias que me traían sin cuidado, además del ahorro de tiempo tampoco me he enterado demasiado de la historia (mi lectura rápida pasa de retener rollazos), he ganado tiempo y tampoco se me ha llenado la cabeza con datos inútiles.

• Con las películas se puede hacer lo mismo, de hecho ya lo hacía con los vídeos. Ahora con los DVD o programas reproductores de los PC´s hay una aplicación muy practica que es la de poder pasar la proyección mas rápidamente. Con un +10% se pueden seguir los diálogos sin problema y te enteras de todo. Si el film es mas bien malejo yo he probado hasta un +30% y si no me interesa salvo para decir que la he visto pongo directamente un x2 x4 x8 o x16. Hay películas que no merecen perder mas de diez minutos con ellas.
  

Esto no es para hacerlo como norma, tanto los libros que gustan como las pelis se disfrutan a su ritmo. Para todas las demás si es recomendable y esos minutos que ganamos nos sirven para tomar un café relajados o dejar la mente a su aire sin olvidando ese libro infumable o esa película que no merece ni molestarse en clasificarla como tal.