Dicen que la experiencia es un grado en la vida, y efectivamente lo es hasta para decir tonterías: Con la practica, y aprendiendo unas de otras, estas se hacen mas elaboradas, creíbles y verosímiles. No es un objetivo en la vida, pero si una meta asequible, como en mi caso.
El saber leer la cartilla correctamente de las experiencias, nos sirve de evolución y de mejora en todos los aspectos, hasta para decir tonterías, como en este blog.
Cada uno tenemos nuestro nivel y nuestras limitaciones. Para intentar superar ambas, imitar o compararnos a nuestros ideales, no es la mejor alternativa, eso es solo una fachada hueca con un futuro incierto. Nosotros debemos ser nuestro propio objetivo a batir, tarde o temprano la experiencia nos lo confirmará. Por ello, si lo sabemos o lo intuimos, al menos nuestro punto de partida, estará bonificado y no comenzaremos de cero.
Después de aprender a leer, si no practicamos la lectura, será un conocimiento estéril. En cambio, si lo hacemos aunque sea con anuncios publicitarios, seguramente no nos aportaran gran cosa a nuestro conocimiento pero si ejercitaran nuestra comprensión y menearan las neuronas del cerebro. Es algo simple pero necesario, por ello la primera regla de la experiencia podría ser: Practicar las cosas básicas aprendidas, sobre todo, si nos sirven de comunicación con los demás o el exterior.
Por ejemplo, no hace falta que seamos escritores ni eruditos, para poner cosas en un blog o para leer el de un amigo. La experiencia obtenida de estas simples acciones, tan cotidianas hoy en día con Internet, nos sirve para apliar nuestras miras y compartir informaciones que, a lo mejor, cara a cara nos resultaría mas complicado. La comunicación es la sangre y el sistema nervioso de cualquier sociedad, y ya que formamos parte de ella, nos guste o no, mejor ser células amigas :-)