Lógicamente, he visto más películas que las comentadas en el blog pero me voy a ceñir a lo comentado por ser donde hay constancia escrita de mis opiniones.
Con los 47 Ronin he hecho las paces con el cine y hemos quedado en paz. No es que me haya parecido una grandísima película pero si entretenida y muy digna. La mezcla de la tradición, tan arraigada en Japón con sus valores inquebrantables, aderezado con unos toques fantásticos y de brujería, le quita hierro (que hay mucho) y convierte la historia en una aventura épica más acorde con estos tiempos y los gustos actuales.
En si, el guión es sencillo y lineal pero bien aderezado de situaciones que los FX (efectos especiales) magnifican haciéndolas mas vistosas. A esto se le incluye una ambientación que no escatima de medios y se nota. La parte negativa, tal vez lo que más lastra la película, sean sus pretensiones por encima de querer sólo presentar una gran aventura.
En resumen, si se va a visionar sin predisposición alguna, resulta una proyección entretenida, coherente y de buena factura. Por lo que respecta al año, a pesar de las decepciones, lo dejo en aceptable y no acabo con un seppuku para salvar el honor comercial más que artístico del séptimo arte en el 2013.