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domingo, 27 de noviembre de 2011

Barrio Sésamo: Querer y engañar


Hoy es día de viento Sur, toca tontería pseudo profunda, y aprovecho para desbarrar un poco, a modo de reflexión, sobre las relaciones sin intención alguna ni acritud sobre el tema. El cambio de compañeros/as, por engaños y traiciones, no es solo cosa de la gente famosa. El resto también podemos tener, nuestro corazoncito y nuestro egoísmo personal, en el juego de las relaciones. 
Querer es, básicamente, satisfacer nuestras necesidades, sean de la índole que sean; y cuando son dentro de un plano sentimental, se cruzan con las de la otra parte, aquí mantener una armonía duradera puede ser: MISSION IMPOSSIBLE.


Cada caso de infidelidad es diferente pero, la causa o el origen de la misma, si suele el mismo. Las fluctuaciones en los niveles de satisfacción en común, son determinantes para desear o buscar otra relación. Cuando las cosas van bien, no se piensa en ello ni como en una remota posibilidad, al menos, al principio; pero cuando una crisis hace mella, es algo que suele saltar como un resorte, y se ve como una alternativa, aunque, mas bien, sólo sea una vía de escape tanto de uno mismo como de la otra parte. En estas situaciones, que se quiera pasar a mayores, o se quede en un pensamiento alternativo, dependerá únicamente de la naturaleza del sentimiento que se tenga.


Quien Ama no engaña, carece de necesidad alguna e interés en ello; pero el que Quiere, si, cuando sus expectativas acerca de su pareja dejan de cumplirse. Que haya mas mujeres infieles que hombres no es de extrañar, dado que ellas suelen llevan la pauta de las relaciones. Y, si se pasan al lado oscuro, pueden seguir contando y jugando con esa ventaja. No lo digo para ser malo (soy peor), pero en esta ocasión es un más hecho que suposición, o que las mujeres son mas sinceras en las encuestas.
Por otra parte, si los hombres engañan menos, es sólo por que no han tenido la ocasión o el saber hacerlo, para pensarlo solo se necesita una neurona, pero para la siguiente fase no basta con saber contar hasta diez con los dedos. Por ello, es más fácil darle a la botella y embriagar las insatisfacciones, que complicarse la vida nuevamente. Bueno, de hecho, si hay alguno que lo lo hace y la cosa todavía suele terminar peor, la falta de sentido común es lo más habitual en estos casos.


Todo esto son generalidades y frías estadísticas, la realidad es distinta aunque el denominador común sigue siendo la insatisfacción producida por una relación en la que sólo se Quiere. El camino hacía la felicidad, no es el mismo, que la senda que nos lleva a satisfacer nuestros deseos y caprichos. Y, hasta que no se conoce a alguien, que de verdad nos hace sentir de otra manera, no vemos la diferencia entre Querer y Amar. Me parece una falta de respeto comparar y vanalizar las relaciones como objetos, es un comportamiento cínico y superficial. Cuando alguien tiene miedo de conocerse a si mismo y de saber sus verdaderos sentimientos hacía alguien, su mejor escudo, tanto para si mismo como para los demás, es el de intentar satisfacer sus necesidades sin mas preocupaciones.


Ya no hace viento Sur, ni lo necesito para decir tonterías, ni lo uso como excusa. Reírse uno, de si mismo, por sus limitaciones y equivocaciones, no te hace mas grande ni mas listo, pero te ayuda a llevarlo mejor :-)







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