El tema de los controladores, es mas profundo que una simple pataleta, de esos empleados por cuenta ajena con un sueldo envidiable por cualquiera. Todo es mas complicado y el humo no deja ver el origen de los diversos focos del fuego. Ante una situación de estas al afectado le importa poco quien tenga razón o que ha motivado la situación. Le han jodido el puente y eso no tiene perdón ni excusa.
Yo no he sido víctima de esa situación, pero entiendo la frustración de quien no puede disfrutar de algo de lo que se considera merecedor, lo tiene bien pagado y planificado para su diversión. El cabreo no solo no mejora la situación, si no que la empeora, esto es algo que sabiéndolo de antemano, lo hacemos cada vez que se nos presenta la ocasión.
A toro pasado y después de la resaca visceral, nos percatamos que hay mas tema y mas situaciones vinculadas, si queremos verlo. La teoría del Iceberg nos dice: Lo que vemos es sólo una décima parte de lo que hay oculto por debajo. Los no afectados hemos tenido ocasión de comprobarlo al poder manejar mas información de todos los frentes y sin la crispación de la contrariedad. Efectivamente, la trama tiene bastantes hilos, y lo de los dichosos controladores ha sido la distracción. No voy a patalear pero si decir cuatro o cinco cosas al respecto:
- Las prestaciones sociales escamoteadas; al margen de los recortes leoninos, a los controladores, para provocar la deflagración.
- Los precios del combustible en alza y bien.
- La subida del tabaco para acabar la odisea.
- Esto unido a los dos puntitos del IVA de este verano, a ver como nos venden lo de la inflación de este año.
Por todo este engaño de trileros de nivel nacional:
- Reniego del partido en el poder por el mal uso que hace de su poder y peor aun de sus intenciones, en absoluto, para beneficiar a sus electores.
- Reniego del partido de la oposición por no colaborar en una estabilidad, permanecer en la sombra esperado que su rival se estrelle, y no aportar mas que crispación, solo para decantar la intención de voto a su sede.
- Reniego también de nuestro propio comportamiento por creernos sabedores y jueces de todo poniéndonos al mismo nivel que aquello que reprochamos, al no contemplar todas las vinculaciones y aspectos.
- Reniego de los medios de comunicación, en general, por sus intenciones partidistas para influenciar nuestro criterio y desinformarnos o hacerlo inadecuadamente.
- Reniego, por último, de mi mismo por ser mero testigo y hacer muy poco o nada para intentar cambiar algo, aunque mi rebeldía innata me lo eche en cara a diario.
PD: Quedan mas cosas en el tintero y mas tramas pero, por una vez, no me voy a comporta como aquellos que critico. Así, al menos, me evito el cabreo.
Me adhiero a los reniegos. Creo que no hay más que añadir
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