Todos tenemos algún interés mientras que los principios se nos suponen. En la época actual que cualquiera o casi puede llegar a persona pública, los principios quedan ensombrecidos y hasta anulados por los intereses.
Es triste que la credibilidad de los políticos (máximos representantes públicos) la basen en los resultados de las encuestas y no en, mantener, los principios con los que se les identificaban. En los números y estadísticas hay verdaderos matemáticos que por diversos teoremas o formulas consiguen que unos mismos datos den tendencias diferentes según las siglas de quien haga el análisis.
Si entramos a detalle se aplica el mismo sistema y lo que debiera ser una linea directriz apoyada por el resto suele ser una bicefalia o tricefalia mas o menos oculta. Los principios que debían regir quedan supeditados a los interés.
Al margen de partidos hay una máxima común en la que todos coinciden (debe de ser lo único)y es tan simple como: Soy honrado mientras no me pillen. Afortunadamente existen las excepciones que confirman la regla pero seria preferible que la excepción fuera la inversa.
Diariamente hay ejemplos de lo que digo y, lo que corrobora lo de los varios cerebros internos dentro de cada asociación afectada, es que no aplican una limpieza en toda regla para devolver los principios y la credibilad.
Se puede profundizar mas en el tema pero, no merecen mas palabras, quienes, precisamente, las usan para embaucarnos para sus fines y encima nos quieren hacer creer que son los nuestros.
El último episodio que confirma la regla de que gran parte de los politicos actuan movidos sólo por su egoismo, interés, ambición etc etc, la tenemos en lo que pasó el otro dia con lo de la candidatura de Madrid 2016...Unas horas después de consumada la derrota, ya le empiezan a salir críticos al alcalde que horas antes le acompañaban en Dinamarca...el Presidente de honor del COI que ya ha tenido que desdecirse, el Presidente de la Federación de Baloncesto que ha estado "elogiando" al del Comité Olímpico Español...etc, etc. Ya se sabe que la derrota no tiene amigos, pero, porqué no lo dicen antes de subirse al carro en Copenague?
ResponderEliminarAlgún dia los cargos públicos mejorarán, pero de momento el perfil es muy bajo en moralidad, que no en interés.
Este es un buen ejemplo y, precisamente, a no seguir. Al final hay hombres públicos que se comportan como mujeres públicas. La profesión será diferente pero se rigen por el mismo convenio.
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