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jueves, 17 de mayo de 2018

El viaje de la blog-t-ella

Del blog Te Cuento de Viajes  la entrada El viaje de la blog-t-ella siguiendo su andadura por el mar social de esta red Universal.

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Proyecto viajero creativo: Blog-T-ella Te cuento de viajes

"Los mensajes en las botellas ahora se llaman blogs personales"

La pequeña genio estaba su botella, pensativa, recordando todos los deseos cumplidos a tantos y tantos propietarios ocasionales a lo largo de los mil años de su condena.

El Malvado Hechicero no podía consentir que una mujer pudiera competir con él, en la magia, y máxime si era para ayudar y sanar, la Magia Blanca debía ser erradicada. Él sabia que no podía matarla, a pesar de su aberración hacía ella, pero si crear un hechizo a medida que la condenara para toda la eternidad.

La botella mágica era el conjuro ideal, la Hechicera Blanca quedaría atrapada dentro, obligada a conceder el primer deseo pensado, de cada persona que se la encontrara. Y solamente se rompería el hechizo, si el deseo fuera precisamente ella, algo impensable habiendo tantas riquezas y poder en esta egoísta humanidad.

Así se pasó la pequeña genio más de un milenio, concediendo el primer pensamiento de deseo, a todo aquel que cogiera la botella. Ahora su cárcel estaba dejada por el mar en la orilla de la playa, como el  mensaje de una botella vivo pero invisible, esperando para satisfacer un nuevo deseo.

El viejo marino, en su paseo diario por la cala, no se habría percatado de la botella si su perro no se hubiera puesto a ladrarla y a jugar con ella empujándola con el hocico. Se agachó, y al cogerla, lo primero que le vino a la mente no fue riqueza o poder, fue su amor de juventud, el primero y único que tuvo, del que las circunstancias le privaron, no así de su permanente recuerdo. Mirando el redondeado vidrio sus labios no pudieron evitar pronunciar un inaudible Te Quiero.

El tiempo retrocedió en un instante, al momento en que un joven marino, a punto de embarcar, se despedía de una muchacha. En esta ocasión la travesía fue corta, sin complicaciones. Y a la vuelta, la misma chica estaba, a pie de puerto, paseando lentamente de la mano con su joven marino.

También, mas de mil años, volvió atrás el tiempo para devolver la libertad a la Hechicera Blanca. Lo que no sabía el Malvado Hechicero era, que al revertir la maldición, el ocuparía el lugar en la botella y en esta ocasión sin vuelta atrás.

Además, quién podría decirle te quiero a él?

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